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Jugar al pádel en verano

Estamos despidiendo ya la primavera para recibir por todo lo alto al verano, un tiempo para la diversión, el ocio y el deporte. El verano es, sin lugar a dudas, nuestra época del año favorita, ya que las vacaciones estivales nos permiten dedicarle mucho más tiempo a nuestras aficiones. Durante el resto del año, el estrés y las prisas del día a día no nos dejan disfrutar con tranquilidad del bienestar que supone la práctica del deporte, pero la llegada del verano cambia las cosas. Los días comienzan a ser más largos, comenzamos a hacer más planes con amigos y adquirimos la firme voluntad de cuidar nuestra mente y nuestro cuerpo.

En Niberma, como amantes del pádel y la práctica deportiva, sabemos que el verano es tiempo de deporte, aire libre y diversión. Por eso, queremos ofreceros esta semana una serie de consejos para que las altas temperaturas no os agüen el verano.

Hidrátate más y mejor

Cualquier deportista que se precie conoce la importancia de la hidratación. Por todos es sabido que si a lo largo del año es necesario, al menos, beber dos litros de agua al día, en periodo estival esa cantidad debe alcanzar los tres litros. Si, además, estamos hablando de una persona que practica deporte, tenemos que tener en cuenta que la hidratación debe ser constante a lo largo de todo el día y nunca estará demás que, al margen de los tres litros de agua, incluyamos fruta fresca y bebidas isotónicas para reponer los electrolitos perdidos después de una intensa sesión de pádel.

La falta de hidratación es muy peligrosa. Empieza provocando sensación de cansancio o mareo y puede llevarnos hasta el hospital, así que nunca salgáis de casa para practicar deporte sin una botella de agua. Esta máxima es especialmente importante en los niños, ya que muchas veces los más pequeños olvidan beber agua y sólo lo hacen cuando tienen sed. El agua es fuente de vida y nuestro cuerpo (y nuestro rendimiento en la pista) nos lo agradecerá.

Cuidado con la pala

Hemos invertido en una buena pala de pádel, pero llega el verano y tememos por su integridad. Las altas temperaturas y el intenso calor son los principales enemigos de nuestra pala y pueden alterar sus prestaciones. Es fundamental ser sensatos y no hacer algo que casi todos repetimos sin darnos cuenta de los perjuicios que conlleva: guardar la pala en el maletero de nuestro coche no es, desde luego, la mejor opción para protegerla del calor, especialmente si aparcamos fuera del garaje. ¿Sabías que durante el verano un maletero expuesto al sol puede alcanzar los 60 grados centígrados? De la misma forma, abandonar la pala en la bandeja trasera del auto o en el salpicadero, bajo los cristales, tampoco es una buena opción, ya que el efecto lupa puede incluso comenzar a derretir nuestra pala.

La más aconsejable es llevárnosla a casa y dejarla en un lugar seco y aireado. Si por cualquier motivo esto no es posible, debemos guardarla en su funda reglamentaria y evitar que pase horas expuesta al sol, ya que sus propiedades comienzan a alterarse cuando la temperatura sobrepasa los 45 grados centígrados. De lo que se trata es de alargar la vida útil de la pala lo máximo posible y de que las altas temperaturas del verano no nos jueguen una mala pasada.

Calentar, aunque sea verano

El último consejo es calentar y estirar nuestros músculos antes de empezar el partido de pádel. Que las altas temperaturas no nos lleven a pensar que estamos listos para someter a nuestro cuerpo a un intenso ejercicio, sin haber realizado un estiramiento previo. Incluso si jugamos un partido tranquilo y sin grandes pretensiones, debemos calentar primero. De otra manera, una incómoda lesión puede fastidiarnos el verano.

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