Como les contábamos la semana pasada, la elección de una piscina puede ser una tarea difícil dada la gran variedad de instalaciones posibles. Es por ello que desde Niberma nos hemos propuesto explicarles los diferentes materiales y técnicas en la construcción de las piscinas. Aquí va la segunda entrega sobre los distintos modelos.
Piscinas de acero
Entre las piscinas de acero existen varios modelos: las hay desmontables y también instalables. Estas últimas tienen una instalación rápida, pero un precio elevado. Su instalación se basa en la soldadura de una serie de placas, rematadas y protegidas con PVC en una especie de envoltura que las sella.
Este tipo de modelos se ha hecho un importante hueco en el mercado en los últimos años. Además de estás piscinas de acero instalables de las que les hablábamos y que suelen ser enterradas, también existen otros modelos: las semienterradas y las fuera del suelo-elevadas. Estos otros modelos suelen venderse listos para montar, incluyendo filtros y demás. Estas últimas son más económicas, pero su durabilidad también disminuye. Si lo que quiere es algo aún más económico puede prescindir del acero y optar por la chapa. La instalación suele ser rápida y sencilla y su precio asequible.
Piscinas de madera
Este tipo de piscinas son sin duda las más elegantes y revisten de un toque especial a la casa que posee una de ellas. Suelen fabricarse con maderas tratadas, que impiden tanto la corrosión del material por el contacto con el agua como el uso en exteriores. Además, tampoco serán atacadas por insectos. Estas piscinas suelen ser desmontables y aunque pueden colocarse semienterradas, la mayoría de propietarios opta por instalarlas fuera del suelo, pues lucen casi como un mueble de jardín más.
Su cuidado es el mismo que el resto de piscinas y, al igual que sus compañeras, la inmensa mayoría incluyen modernos sistemas de depurado, a pesar de que su aspecto natural no sugiera lo mismo. Si instala una piscina de exterior de este tipo recuerde que algunas de ellas requieren mantenimientos especiales, debiendo ser periódicamente (anualmente) barnizadas para proteger el color de la madera de los rayos solares.
Los hot tubs
No son exactamente una piscina, pero lo cierto es que se asemejan bastante y también pueden proporcionarnos muchas horas de bienestar y diversión. Las hot tubs o Jacuzzi son esas bañeras especiales que habitualmente se instalan en exteriores y que reúnen algunos de los materiales usados en la construcción de piscinas. Las principales características que diferencian a los hot tub de las piscinas son las dimensiones más reducidas y los conductos de hidromasaje, que son lo característico de este tipo de baño. A diferencia de las piscinas, deberemos tener en cuenta que muchos necesitan de la corriente eléctrica, pues incluyen sistemas de climatización del agua. Existen de una variedad casi tan amplia como las piscinas: desde hinchables, hasta acabadas con listones de madera cuero, todo depende de cuáles sean nuestras posibilidades y necesidades.
Toda una tradición en países nórdicos, los hot tubes son muy útiles si alguien de la familia sufre tensión nerviosa, dolencias musculares o problemas óseos, pues estas bañeras son capaces de aliviarlos de manera efectiva. De la misma forma que ocurre con el resto de piscinas, existen multitud de instalaciones para estos masajistas acuáticos. Pueden ser instalados, por ejemplo, en el interior de un cuarto de baño, pero es cierto que en otros países es muy popular colocarlos en exteriores, donde se montan de una sola pieza sobre el suelo. Al igual que su hermana mayor, la piscina, los hot tubs suelen pasar por el proceso de llenado una única vez cada varias temporadas, tras lo cual deben tratarse sus aguas con diferentes sistemas, por ejemplo, cloro u ozono.
Estas son algunas de las opciones que tiene de cara a este verano. Esperamos haberles servido de ayuda y que les haya resultado interesante. Desde Niberma Soluciones Deportivas les animamos a encarar esta primavera de una forma divertida y refrescante. ¡Hasta la semana próxima!
