En este artículo vamos a hablar un poco del proceso de construcción de las piscinas que Niberma construye tanto para particulares como para uso público e incluso profesional.El primer paso, por supuesto, es la ubicación. Tenemos que elegir un terreno con el espacio suficiente para albergar la piscina, pero no sólo eso, también tenemos que tener en cuenta ciertos factores según el uso final que vayamos a dar a la construcción, de tal manera que tendremos dos clasificaciones básicas para esta elección:
– Uso privado – Uso público
Si la piscina va a estar destinada a uso privado, es decir ya sea en una casa particular como en una comunidad de vecinos (edificios o urbanizaciones), habrá que tener en cuenta varios factores.
– El principal será la orientación. Podremos elegir qué orientación queremos dar a la piscina, dependiendo también de la orientación que tengan las construcciones ya existentes, en el caso de construir una piscina en una casa de campo que ya tenemos por ejemplo, si las hubiera o de nuestras preferencias o gustos, que también pueden verse influenciados por la orientación del terreno en el que vamos a construir.
– Otro factor muy importante será el tamaño que daremos a nuestra piscina. A todos nos gusta una piscina grande en la que podamos nadar, bañarnos con más gente… pero muchas veces el espacio que podemos destinar a esta construcción lo tenemos limitado. La elección de las medidas finales marcará también la forma que podamos darle, para lo cual podremos elegir entre las típicas formas de cuadrilátero, las de riñón o hasta las más increíbles creaciones que podamos imaginar (hoy en día se construyen piscinas que imitan playas, acantilados….).
Dentro del tamaño que tendrá nuestra piscina hemos de incluir y tener en cuenta la profundidad de la que queremos dotarla. Para tomar esta decisión tenemos que valorar quiénes serán lo que van a utilizarla ya que si en su mayoría son niños, o personas muy mayores, tendremos que tener una zona de poca profundidad en la que éstos estén a salvo, independientemente de si saben nadar o no. En cambio si va destinada a personas adultas o sin niños no será necesario hacer esto, pudiéndolo hacer por comodidad o estética.
En cambio si la piscina va a estar destinada a un uso público tendremos que tener en cuenta estos mismos factores y algunos más.
– La orientación también tendremos que elegirla, pero esta vez será en función del objetivo que persigamos. Si la piscina va a ser para hacer cursos, competiciones o como piscina municipal. Lo ideal en este caso será prestar más atención a la situación de la piscina en sí, es decir que si podemos ubicarla en una zona protegida del viento, de los restos de la vegetación que la rodeen…, siempre será mejor.
– El tamaño vendrá determinado también por el uso al que irá destinada. Aquí podremos tomar de referencia las medidas oficiales para competición o bien el público objetivo al que irá destinada (si por ejemplo es una piscina de un complejo turístico tendrá que tener cabida para un número mínimo de personas, que vendrá marcado por la capacidad que tenga el complejo). La forma y la profundidad vendrán marcadas por los mismos factores.
– Otro factor a tener en cuenta en estos casos serán los materiales de construcción que se utilicen en el proceso, tanto en la construcción propiamente dicha como en los acabados finales. No es lo mismo una piscina destinada a la práctica del deporte de la natación que una destinada al goce y disfrute de los sentidos. En el primer caso los materiales y niveles de acabado están prácticamente establecidos, con pequeñas variaciones (se suele elegir entre azulejos o pintura), pero en otros casos no hay nada preestablecido, ya que si la piscina va a ser una imitación de una playa tendremos que utilizar unos materiales (arena, piedras…) y si el diseño final va a ser como un estanque necesitaremos otros, además de los peces, en este caso, para dar más realismo a nuestro diseño.
Como se puede ver no son muchos los factores a tener en cuenta pero sí que son MUY IMPORTANTES ya que determinarán el resultado final además de nuestra satisfacción personal con el producto obtenido.